martes, 27 de abril de 2010

Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra

Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra

22 de Abril Cochabamba, Bolivia



ACUERDO DE LOS PUEBLOS

Hoy, nuestra Madre Tierra está herida y el futuro de la humanidad está en peligro.

De incrementarse el calentamiento global en más de 2º C, a lo que nos conduciría el llamado “Entendimiento de Copenhague” existe el 50% de probabilidades de que los daños provocados a nuestra Madre Tierra sean totalmente irreversibles. Entre un 20% y un 30% de las especies estaría en peligro de desaparecer. Grandes extensiones de bosques serían afectadas, las sequías e inundaciones afectarían diferentes regiones del planeta, se extenderían los desiertos y se agravaría el derretimiento de los polos y los glaciares en los Andes y los Himalayas. Muchos Estados insulares desaparecerían y el África sufriría un incremento de la temperatura de más de 3º C. Así mismo, se reduciría la producción de alimentos en el mundo con efectos catastróficos para la supervivencia de los habitantes de vastas regiones del planeta, y se incrementaría de forma dramática el número de hambrientos en el mundo, que ya sobrepasa la cifra de 1.020 millones de personas.

Las corporaciones y los gobiernos de los países denominados “más desarrollados”, en complicidad con un segmento de la comunidad científica, nos ponen a discutir el cambio climático como un problema reducido a la elevación de la temperatura sin cuestionar la causa que es el sistema capitalista.

Confrontamos la crisis terminal del modelo civilizatorio patriarcal basado en el sometimiento y destrucción de seres humanos y naturaleza que se aceleró con la revolución industrial.

El sistema capitalista nos ha impuesto una lógica de competencia, progreso y crecimiento ilimitado. Este régimen de producción y consumo busca la ganancia sin límites, separando al ser humano de la naturaleza, estableciendo una lógica de dominación sobre ésta, convirtiendo todo en mercancía: el agua, la tierra, el genoma humano, las culturas ancestrales, la biodiversidad, la justicia, la ética, los derechos de los pueblos, la muerte y la vida misma.

Bajo el capitalismo, la Madre Tierra se convierte en fuente sólo de materias primas y los seres humanos en medios de producción y consumidores, en personas que valen por lo que tienen y no por lo que son.

El capitalismo requiere una potente industria militar para su proceso de acumulación y el control de territorios y recursos naturales, reprimiendo la resistencia de los pueblos. Se trata de un sistema imperialista de colonización del planeta.

La humanidad está frente a una gran disyuntiva: continuar por el camino del capitalismo, la depredación y la muerte, o emprender el camino de la armonía con la naturaleza y el respeto a la vida.

Requerimos forjar un nuevo sistema que restablezca la armonía con la naturaleza y entre los seres humanos. Sólo puede haber equilibrio con la naturaleza si hay equidad entre los seres humanos.

Planteamos a los pueblos del mundo la recuperación, revalorización y fortalecimiento de los conocimientos, sabidurías y prácticas ancestrales de los Pueblos Indígenas, afirmados en la vivencia y propuesta de “Vivir Bien”, reconociendo a la Madre Tierra como un ser vivo, con el cual tenemos una relación indivisible, interdependiente, complementaria y espiritual.

Para enfrentar el cambio climático debemos reconocer a la Madre Tierra como la fuente de la vida y forjar un nuevo sistema basado en los principios de:

* armonía y equilibrio entre todos y con todo
* complementariedad, solidaridad, y equidad
* bienestar colectivo y satisfacción de las necesidades fundamentales de todos en armonía con la Madre Tierra
* respeto a los Derechos de la Madre Tierra y a los Derechos Humanos
* reconocimiento del ser humano por lo que es y no por lo que tiene
* eliminación de toda forma de colonialismo, imperialismo e intervencionismo
* paz entre los pueblos y con la Madre Tierra.

El modelo que propugnamos no es de desarrollo destructivo ni ilimitado. Los países necesitan producir bienes y servicios para satisfacer las necesidades fundamentales de su población, pero de ninguna manera pueden continuar por este camino de desarrollo en el cual los países más ricos tienen una huella ecológica 5 veces más grande de lo que el planeta es capaz de soportar. En la actualidad ya se ha excedido en más de un 30% la capacidad del planeta para regenerarse. A este ritmo de sobreexplotación de nuestra Madre Tierra se necesitarían 2 planetas para el 2030.

En un sistema interdependiente del cual los seres humanos somos uno de sus componentes no es posible reconocer derechos solamente a la parte humana sin provocar un desequilibrio en todo el sistema. Para garantizar los derechos humanos y restablecer la armonía con la naturaleza es necesario reconocer y aplicar efectivamente los derechos de la Madre Tierra.

Para ello proponemos el proyecto adjunto de Declaración Universal de Derechos de la Madre Tierra en el cual se consignan:

* Derecho a la vida y a existir;
* Derecho a ser respetada;
* Derecho a la regeneración de su biocapacidad y continuación de sus ciclos y procesos vitales libre de alteraciones humanas;
* Derecho a mantener su identidad e integridad como seres diferenciados, auto-regulados e interrelacionados;
* Derecho al agua como fuente de vida;
* Derecho al aire limpio;
* Derecho a la salud integral;
* Derecho a estar libre de la contaminación y polución, de desechos tóxicos y radioactivos;
* Derecho a no ser alterada genéticamente y modificada en su estructura amenazando su integridad o funcionamiento vital y saludable.
* Derecho a una restauración plena y pronta por las violaciones a los derechos reconocidos en esta Declaración causados por las actividades humanas.

La visión compartida es estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero para hacer efectivo el Artículo 2 de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático que determina “la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropogénicas peligrosas para el sistema climático”. Nuestra visión es, sobre la base del principio de las responsabilidades históricas comunes pero diferenciadas, exigir que los países desarrollados se comprometan con metas cuantificadas de reducción de emisiones que permitan retornar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a 300 ppm y así, limitar el incremento de la temperatura media global a un nivel máximo de 1°C.

Enfatizando la necesidad de acción urgente para lograr esta visión, y con el apoyo de los pueblos, movimientos y países, los países desarrollados deberán comprometerse con metas ambiciosas de reducción de emisiones que permitan alcanzar objetivos a corto plazo, manteniendo nuestra visión a favor del equilibrio del sistema climático de la Tierra, de acuerdo al objetivo último de la Convención.

La “visión compartida” para la “Acción Cooperativa a Largo Plazo” no debe reducirse en la negociación de cambio climático a definir el límite en el incremento de la temperatura y la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera, sino que debe comprender de manera integral y equilibrada un conjunto de medidas financieras, tecnológicas, de adaptación, de desarrollo de capacidades, de patrones de producción, consumo y otras esenciales como el reconocimiento de los derechos de la Madre Tierra para restablecer la armonía con la naturaleza.

Los países desarrollados, principales causantes del cambio climático, asumiendo su responsabilidad histórica y actual, deben reconocer y honrar su deuda climática en todas sus dimensiones, como base para una solución justa, efectiva y científica al cambio climático. En este marco exigimos a los países desarrollados que:

* Restablezcan a los países en desarrollo el espacio atmosférico que está ocupado por sus emisiones de gases de efecto invernadero. Esto implica la descolonización de la atmósfera mediante la reducción y absorción de sus emisiones.

* Asuman los costos y las necesidades de transferencia de tecnología de los países en desarrollo por la pérdida de oportunidades de desarrollo por vivir en un espacio atmosférico restringido.

* Se hagan responsables por los cientos de millones que tendrán que migrar por el cambio climático que han provocado y que eliminen sus políticas restrictivas de migración y ofrezcan a los migrantes una vida digna y con todos los derechos en sus países.

* Asuman la deuda de adaptación relacionadas a los impactos del cambio climático en los países en desarrollo proveyendo los medios para prevenir, minimizar y atender los daños que surgen de sus excesivas emisiones.

* Honren estas deudas como parte de una deuda mayor con la Madre Tierra adoptando y aplicando la Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra en las Naciones Unidas.

El enfoque debe ser no solamente de compensación económica, sino principalmente de justicia restaurativa – es decir restituyendo la integridad a las personas y a los miembros que forman una comunidad de vida en la Tierra.

Deploramos el intento de un grupo de países de anular el Protocolo de Kioto el único instrumento legalmente vinculante específico para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de los países desarrollados.

Advertimos al mundo que no obstante estar obligados legalmente las emisiones de los países desarrollados en lugar de reducir, crecieron en un 11,2% entre 1990 y 2007.

Estados Unidos a causa del consumo ilimitado aumentó sus emisiones de GEI en 16,8% durante el periodo 1990 al 2007, emitiendo como promedio entre 20 y 23 toneladas anuales de CO2 por habitante, lo que representa más de 9 veces las emisiones correspondientes a un habitante promedio del Tercer Mundo, y más de 20 veces las emisiones de un habitante de África Subsahariana.

Rechazamos de manera absoluta el ilegitimo “Entendimiento de Copenhague”, que permite a estos países desarrollados ofertar reducciones insuficientes de gases de efecto invernadero, basadas en compromisos voluntarios e individuales, que violan la integridad ambiental de la Madre Tierra conduciéndonos a un aumento de alrededor de 4ºC.

La próxima Conferencia sobre Cambio Climático a realizarse a fines de año en México debe aprobar la enmienda al Protocolo de Kioto, para el segundo período de compromisos a iniciarse en 2013 a 2017 en el cual los países desarrollados deben comprometer reducciones domésticas significativas de al menos el 50% respecto al año base de 1990 sin incluir mercados de carbono u otros sistemas de desviación que enmascaran el incumplimiento de las reducciones reales de emisiones de gases de efecto invernadero.

Requerimos establecer primero una meta para el conjunto de los países desarrollados para luego realizar la asignación individual para cada país desarrollado en el marco de una comparación de esfuerzos entre cada uno de ellos, manteniendo así el sistema del Protocolo de Kioto para las reducciones de las emisiones.

Los Estados Unidos de América, en su carácter de único país de la Tierra del Anexo 1 que no ratificó el Protocolo de Kioto tiene una responsabilidad significativa ante todos los pueblos del mundo por cuanto debe ratificar el Protocolo de Kioto y comprometerse a respetar y dar cumplimiento a los objetivos de reducción de emisiones a escala de toda su economía.

Los pueblos tenemos los mismos derechos de protección ante los impactos del cambio climático y rechazamos la noción de adaptación al cambio climático entendida como la resignación a los impactos provocados por las emisiones históricas de los países desarrollados, quienes deben adaptar sus estilos de vida y de consumo ante esta emergencia planetaria. Nos vemos forzados a enfrentar los impactos del cambio climático, considerando la adaptación como un proceso y no como una imposición, y además como herramienta que sirva para contrarrestarlos, demostrando que es posible vivir en armonía bajo un modelo de vida distinto.

Es necesario construir un Fondo de Adaptación, como un fondo exclusivo para enfrentar el cambio climático como parte de un mecanismo financiero manejado y conducido de manera soberana, transparente y equitativa por nuestros Estados. Bajo este Fondo se debe valorar: los impactos y sus costos en países en desarrollo y las necesidades que estos impactos deriven, y registrar y monitorear el apoyo por parte de países desarrollados. Éste debe manejar además un mecanismo para el resarcimiento por daños por impactos ocurridos y futuros, por pérdida de oportunidades y la reposición por eventos climáticos extremos y graduales, y costos adicionales que podrían presentarse si nuestro planeta sobrepasa los umbrales ecológicos así como aquellos impactos que están frenando el derecho a Vivir Bien.

El “Entendimiento de Copenhague” impuesto sobre los países en desarrollo por algunos Estados, más allá de ofertar recursos insuficientes, pretende en si mismo dividir y enfrentar a los pueblos y pretende extorsionar a los países en desarrollo condicionando el acceso a recursos de adaptación a cambio de medidas de mitigación. Adicionalmente se establece como inaceptable que en los procesos de negociación internacional se intente categorizar a los países en desarrollo por su vulnerabilidad al cambio climático, generando disputas, desigualdades y segregaciones entre ellos.

El inmenso desafío que enfrentamos como humanidad para detener el calentamiento global y enfriar el planeta sólo se logrará llevando adelante una profunda transformación en la agricultura hacia un modelo sustentable de producción agrícola campesino e indígena/originario, y otros modelos y prácticas ancestrales ecológicas que contribuyan a solucionar el problema del cambio climático y aseguren la Soberanía Alimentaria, entendida como el derecho de los pueblos a controlar sus propias semillas, tierras, agua y la producción de alimentos, garantizando, a través de una producción en armonía con la Madre Tierra, local y culturalmente apropiada, el acceso de los pueblos a alimentos suficientes, variados y nutritivos en complementación con la Madre Tierra y profundizando la producción autónoma (participativa, comunitaria y compartida) de cada nación y pueblo.

El Cambio Climático ya está produciendo profundos impactos sobre la agricultura y los modos de vida de los pueblos indígenas/originarios y campesinos del mundo y estos impactos se irán agravando en el futuro.

El agro negocio a través de su modelo social, económico y cultural de producción capitalista globalizada y su lógica de producción de alimentos para el mercado y no para cumplir con el derecho a la alimentación, es una de las causas principales del cambio climático. Sus herramientas tecnológicas, comerciales y políticas no hacen más que profundizar la crisis climática e incrementar el hambre en el planeta. Por esta razón rechazamos los Tratados de Libre Comercio y Acuerdos de Asociación y toda forma de aplicación de los Derechos de Propiedad Intelectual sobre la vida, los paquetes tecnológicos actuales (agroquímicos, transgénicos) y aquellos que se ofrecen como falsas soluciones (agrocombustibles, geoingeniería, nanotecnología, tecnología Terminator y similares) que únicamente agudizarán la crisis actual.

Al mismo tiempo denunciamos como este modelo capitalista impone megaproyectos de infraestructura, invade territorios con proyectos extractivistas, privatiza y mercantiliza el agua y militariza los territorios expulsando a los pueblos indígenas y campesinos de sus territorios, impidiendo la Soberanía Alimentaria y profundizando la crisis socioambiental.

Exigimos reconocer el derecho de todos los pueblos, los seres vivos y la Madre Tierra a acceder y gozar del agua y apoyamos la propuesta del Gobierno de Bolivia para reconocer al agua como un Derecho Humano Fundamental.

La definición de bosque utilizada en las negociaciones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, la cual incluye plantaciones, es inaceptable. Los monocultivos no son bosques. Por lo tanto, exigimos una definición para fines de negociación que reconozca los bosques nativos y la selva y la diversidad de los ecosistemas de la tierra.

La Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas debe ser plenamente reconocida, implementada e integrada en las negociaciones de cambio climático. La mejor estrategia y acción para evitar la deforestación y degradación y proteger los bosques nativos y la selva es reconocer y garantizar los derechos colectivos de las tierras y territorios considerando especialmente que la mayoría de los bosques y selvas están en los territorios de pueblos y naciones indígenas, comunidades campesinas y tradicionales.

Condenamos los mecanismos de mercado, como el mecanismo de REDD (Reducción de emisiones por la deforestación y degradación de bosques) y sus versiones + y ++, que está violando la soberanía de los Pueblos y su derecho al consentimiento libre, previo e informado, así como a la soberanía de Estados nacionales, y viola los derechos, usos y costumbres de los Pueblos y los Derechos de la Naturaleza.

Los países contaminadores están obligados a transferir de manera directa los recursos económicos y tecnológicos para pagar la restauración y mantenimiento de los bosques y selvas, en favor de los pueblos y estructuras orgánicas ancestrales indígenas, originarias, campesinas. Esto deberá ser una compensación directa y adicional a las fuentes de financiamiento comprometidas por los países desarrollados, fuera del mercado de carbono y nunca sirviendo como las compensaciones de carbono (offsets). Demandamos a los países a detener las iniciativas locales en bosques y selvas basados en mecanismos de mercado y que proponen resultados inexistentes y condicionados. Exigimos a los gobiernos un programa mundial de restauración de bosques nativos y selvas, dirigido y administrado por los pueblos, implementando semillas forestales, frutales y de flora autóctona. Los gobiernos deben eliminar las concesiones forestales y apoyar la conservación del petróleo bajo la tierra y que se detenga urgentemente la explotación de hidrocarburos en las selvas.

Exigimos a los Estados que reconozcan, respeten y garanticen la efectiva aplicación de los estándares internacionales de derechos humanos y los derechos de los Pueblos Indígenas, en particular la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, el Convenio 169 de la OIT, entre otros instrumentos pertinentes, en el marco de las negociaciones, políticas y medidas para resolver los desafíos planteados por el cambio climático. En especial, demandamos a los Estados a que reconozcan jurídicamente la preexistencia del derecho sobre nuestros territorios, tierras y recursos naturales para posibilitar y fortalecer nuestras formas tradicionales de vida y contribuir efectivamente a la solución del cambio climático.

Demandamos la plena y efectiva aplicación del derecho a la consulta, la participación y el consentimiento previo, libre e informado de los Pueblos Indígenas en todos los procesos de negociación así como en el diseño e implementación de las medidas relativas al cambio climático.

En la actualidad la degradación medioambiental y el cambio climático alcanzarán niveles críticos, siendo una de las principales consecuencias la migración interna así como internacional. Según algunas proyecciones en 1995 existían alrededor de 25 millones de migrantes climáticos, al presente se estima en 50 millones y las proyecciones para el año 2050 son de 200 a 1000 millones de personas que serán desplazadas por situaciones derivadas del cambio climático.Los países desarrollados deben asumir la responsabilidad sobre los migrantes climáticos, acogiéndolos en sus territorios y reconociendo sus derechos fundamentales, a través de la firma de convenios internacionales que contemplen la definición de migrante climático para que todos los Estados acaten sus determinaciones.

Constituir un Tribunal Internacional de Conciencia para denunciar, hacer visible, documentar, juzgar y sancionar las violaciones de los derechos de los(s) migrantes, refugiados(as) y desplazados en los países de origen, tránsito y destino, identificando claramente las responsabilidades de los Estados, compañías y otros actores.

El financiamiento actual destinado a los países en desarrollo para cambio climático y la propuesta del Entendimiento de Copenhague son ínfimos. Los países desarrollados deben comprometer un financiamiento anual nuevo, adicional a la Ayuda Oficial al Desarrollo y de fuente pública, de al menos 6% de su PIB para enfrentar el cambio climático en los países en desarrollo. Esto es viable tomando en cuenta que gastan un monto similar en defensa nacional y destinaron 5 veces más para rescatar bancos y especuladores en quiebra, lo que cuestiona seriamente sus prioridades mundiales y su voluntad política. Este financiamiento debe ser directo, sin condicionamiento y no vulnerar la soberanía nacional ni la autodeterminación de las comunidades y grupos más afectados.

En vista de la ineficiencia del mecanismo actual, en la Conferencia de México se debe establecer un nuevo mecanismo de financiamiento que funcione bajo la autoridad de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre cambio Climático rindiendo cuentas a la misma, con una representación significativa de los países en desarrollo para garantizar el cumplimiento de los compromisos de financiamiento de los países Anexo 1.

Se ha constatado que los países desarrollados incrementaron sus emisiones en el periodo 1990 – 2007, no obstante haber manifestado que la reducción se vería sustancialmente coadyuvada con mecanismos de mercado.

El mercado de carbono se ha transformado en un negocio lucrativo, mercantilizando nuestra Madre Tierra, esto no representa una alternativa para afrontar el cambio climático, puesto que saquea, devasta la tierra, el agua e incluso la vida misma.

La reciente crisis financiera ha demostrado que el mercado es incapaz de regular el sistema financiero, que es frágil e inseguro ante la especulación y la aparición de agentes intermediarios, por lo tanto, sería una total irresponsabilidad dejar en sus manos el cuidado y protección de la propia existencia humana y de nuestra Madre Tierra.

Consideramos inadmisible que las negociaciones en curso pretendan la creación de nuevos mecanismos que amplíen y promuevan el mercado de carbono toda vez que los mecanismos existentes nunca resolvieron el problema del Cambio Climático ni se transformaron en acciones reales y directas en la reducción de gases de efecto invernadero.

Es imprescindible exigir el cumplimento de los compromisos asumidos por los países desarrollados en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático respecto al desarrollo y transferencia de tecnología, así como rechazar la “vitrina tecnológica” propuesta por países desarrollados que solamente comercializan la tecnología. Es fundamental establecer los lineamientos para crear un mecanismo multilateral y multidisciplinario para el control participativo, la gestión y la evaluación continua del intercambio de tecnologías. Estas tecnologías deben ser útiles, limpias, y socialmente adecuadas. De igual manera es fundamental el establecimiento de un fondo de financiamiento e inventario de tecnologías apropiadas y liberadas de derechos de propiedad intelectual, en particular, de patentes que deben pasar de monopolios privados a ser de dominio público, de libre accesibilidad y bajo costo.

El conocimiento es universal, y por ningún motivo puede ser objeto de propiedad privada y de utilización privativa, como tampoco sus aplicaciones en forma de tecnologías. Es deber de los países desarrollados compartir su tecnología con países en desarrollo, crear centros de investigación para la creación de tecnologías e innovaciones propias, así como defender e impulsar su desarrollo y aplicación para el vivir bien. El mundo debe recuperar, aprender, reaprender los principios y enfoques del legado ancestral de sus pueblos originarios para detener la destrucción del planeta, así como los conocimientos y prácticas ancestrales y recuperación de la espiritualidad en la reinserción del vivir bien juntamente con la Madre Tierra.

Considerando la falta de voluntad política de los países desarrollados para cumplir de manera efectiva sus compromisos y obligaciones asumidos en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Protocolo de Kioto, y frente a la inexistencia de una instancia legal internacional que prevenga y sancione todos aquellos delitos y crímenes climáticos y ambientales que atenten contra los derechos de la Madre Tierra y la humanidad, demandamos la creación de un Tribunal Internacional de Justicia Climática y Ambiental que tenga la capacidad jurídica vinculante de prevenir, juzgar y sancionar a los Estados, las Empresas y personas que por acción u omisión contaminen y provoquen el cambio climático.

Respaldar a los Estados que presenten demandas en la Corte Internacional de Justicia contra los países desarrollados que no cumplen con sus compromisos bajo la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Protocolo de Kioto incluyendo sus compromisos de reducción de gases de efecto invernadero.

Instamos a los pueblos a proponer y promover una profunda reforma de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para que todos sus Estados miembros cumplan las decisiones del Tribunal Internacional de Justicia Climática y Ambiental.

El futuro de la humanidad está en peligro y no podemos aceptar que un grupo de gobernantes de países desarrollados quieran definir por todos los países como lo intentaron hacer infructuosamente en la Conferencia de las Partes de Copenhague. Esta decisión nos compete a todos los pueblos. Por eso es necesaria la realización de un Referéndum Mundial, plebiscito o consulta popular, sobre el cambio Climático en el cuál todos seamos consultados sobre: el nivel de reducciones de emisiones que deben hacer los países desarrollados y las empresas transnacionales; el financiamiento que deben proveer los países desarrollados; la creación de un Tribunal Internacional de Justicia Climática; la necesidad de una Declaración Universal de Derechos de la Madre Tierra y; la necesidad de cambiar el actual sistema capitalista.

El proceso del Referéndum Mundial, plebiscito o consulta popular será fruto de un proceso de preparación que asegure el desarrollo exitoso del mismo.

Con el fin de coordinar nuestro accionar internacional e implementar los resultados del presente “Acuerdo de los Pueblos” llamamos a construir un Movimiento Mundial de los Pueblos por la Madre Tierra que se basará en los principios de complementariedad y respeto a la diversidad de origen y visiones de sus integrantes, constituyéndose en un espacio amplio y democrático de coordinación y articulación de acciones a nivel mundial.

Con tal propósito, adoptamos el plan de acción mundial adjunto para que en México los países desarrollados del Anexo 1 respeten el marco legal vigente y reduzcan sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 50 % y se asuman las diferentes propuestas contenidas en este Acuerdo.

Finalmente, acordamos realizar la 2ª Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra en el 2011 como parte de este proceso de construcción del Movimiento Mundial de los Pueblos por la Madre Tierra y para reaccionar frente a los resultados de la Conferencia de Cambio Climático que se realizará a fines de año en Cancún, México.

link para más: http://cmpcc.org/2010/04/23/acuerdo-de-los-pueblos/

lunes, 26 de abril de 2010

Capitalismo o Sumak Kawsay

El vuelco de la razón

Por Walter Mignolo

El presidente de Bolivia convocó a una conferencia mundial sobre cambio climático y los derechos de la Madre Tierra. La convocatoria fue una respuesta al fracaso de la Convención para el Cambio Climático de la ONU. La reunión de Copenhague no sólo agregó un fracaso más a la larga lista desde el Protocolo de Kioto sino que puso en evidencia una verdad soslayada: las soluciones al cambio climático no pueden provenir ni ocurrir en el mismo marco de pensamiento y filosofía de la vida que los ha creado. La verdad última es que así como capitalismo y democracia son incompatibles (porque capitalismo es competencia que promueve la desigualdad, y democracia es colaboración que promueve la convivencia en igualdad), el capitalismo es incompatible con la no explotación de la naturaleza (porque el capitalismo requiere recursos naturales y promueve una filosofía de vida en que la naturaleza es algo exterior a nosotros para ser dominada y explotada). Las soluciones que se proponen desde el capitalismo son soluciones que prolongan la muerte.
La reunión convocada por Evo Morales no fue una reunión más, o una “protesta” desde los países emergentes o subdesarrollados, sino un momento radical en el cual el vuelco en la geografía de la racionalidad es no sólo impostergable sino imparable. Los andinos del siglo XVI (quechuas y aymaras, fundamentalmente), que experimentaron la invasión hispánica y el desmantelamiento de sus formas de vida, llamaron Pachakuti a esa experiencia. El significado de Pachakuti es complejo y múltiple. Para lo que aquí interesa, valga decir que significa “vuelco, trastrocamiento del orden temporal y espacial”, con todas las consecuencias existenciales que eso implica.
La incorporación en la Constitución ecuatoriana de dos principios fundamentales provenientes del pensamiento indígena, “derechos de la naturaleza” y Sumak Kawsay, es un puntal de este vuelco epistémico y político de la racionalidad. Está relacionado con una iniciativa de larga data que en Ecuador culminó en la creación de Amaway Wasi (una institución de educación superior para “aprender en la sabiduría y el buen vivir”). La concepción filosófica de Amaway Wasi sitúa en el centro del módulo de aprendizaje a la re-generación de la vida (en lugar del reciclaje, que es la buena conciencia de la paulatina muerte de “la naturaleza”) y la sabiduría para el buen vivir (en lugar del conocimiento para controlar y dominar). La expresión “derechos de la naturaleza” recorre la mitad del camino. Es importante dar este paso y asignar derechos a la naturaleza, derechos que la naturaleza no pide por ella misma. Así, en realidad, lo que estamos haciendo es “pedir nuestro derecho a la vida”, puesto que somos naturaleza y, por lo tanto, la muerte de la naturaleza implica nuestra muerte. La expresión, importante en la Constitución ecuatoriana, debe ser corregida en dos direcciones. La primera es tomar conciencia de que los derechos de la naturaleza son los derechos de la vida y de nuestra vida. Y la segunda es que, cuando la filosofía occidental tradujo Pachamama al concepto occidental de “naturaleza” y lo universalizó, firmó la sentencia de nuestra muerte como especie humana. Concebir la naturaleza como un ente exterior a nosotros para ser dominado, implica una filosofía donde la vida es desechable y reemplazable por el placer de la producción industrial de mercancías. En esta filosofía es necesario el reciclaje. En la que propone Evo Morales, la regeneración.
Sumak Kawsay se ha convertido en el tema central de los debates andinos en los últimos meses y ha trascendido a la esfera internacional. Proliferan los intelectuales indígenas y no indígenas debatiendo el tema. Significa, en quechua, “buen vivir” y se distingue del American Way of Life, que significa “vivir mejor” (a costa, por cierto, de quien vive peor). Es equivalente a la expresión Ho en mandarín, “vivir en armonía”. Mientras en China Ho es parte de la creatividad necesaria para desplazar al liberalismo y al marxismo, descentralizando el control occidental de la economía, Sumak Kawsay da un paso más: no sólo cuestiona los principios éticos y políticos sobre los que se asienta el capitalismo y su propensión a la muerte (la necesidad económica de la guerra y la necesidad de la guerra contra la naturaleza) sino que ofrece principios fundamentales para la creación futura de organizaciones comunales (equivalentes a las sociedades estatales inventadas por Occidente). Ho, en China, formula un desarrollo alternativo. En los Andes, Sumak Kawsay exige una alternativa al desarrollo. He aquí el vuelco de la razón, el Pachakuti del siglo XXI, la regeneración que desplaza la buena conciencia capitalista del reciclaje.

* Director del Centro de Estudios Globales y Humanidades de la Universidad de Duke (EE.UU.). http://www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-144617-2010-04-26.html

sábado, 24 de abril de 2010

TEORÍA Y FILOSOFÍA POLÍTICA

COMPAÑER@S:

ENVÍO LOS LINKS DE LA COLECCIÓN DE "TEORÍA Y FILOSOFÍA POLÍTICA" COMPILADA POR ATILIO BORON, QUE PUEDE SER MUY ÚTIL PARA LA COMPRENSIÓN CRÍTICA DE LOS CLÁSICOS Y NO TANTO...
VALE DESTACAR UNA PARTE DEL PRÓLOGO DEL PRIMER LIBRO PARA SABER CUÁL ES EL APORTE QUE ESTA COLECCIÓN TIENE PARA BRINDARNOS A QUIENES ESTAMOS EMPEZANDO A CAMINAR POR ESTOS SENDEROS:

Luego de muchas discusiones y evaluaciones llegamos a la conclusión de que la imprescindible e irremplazable lectura de los clásicos –que ningún comentarista puede compensar– podría verse favorecida con un texto como éste en el cual quienes tienen la responsabilidad de impartir la materia pudieran sistematizar sus reflexiones sobre los diversos autores que se examinan a lo largo del curso. Por otro lado, nos ha parecido que las limitaciones que, de manera cada vez más ostensible, afectan al saber convencional de la ciencia politica exigían concentrar nuestros esfuerzos en la recuperación del riquísimo legado de la tradición de la filosofía política. En este sentido, la insalubre influencia ejercida por las teorías de la “elección racional”, el “politicismo” y el “discursivismo” precipitaron la organización de este libro en la esperanza de que el mismo pudiera servir como punto de apoyo para una contra-ofensiva teórica. También, para facilitar el cuestionamiento del saber convencional de la ciencia política y, a favor de la riqueza del legado clásico, posibilitar una comprensión más acabada de la vida política.

A CONTINUACIÓN LOS TEXTOS:

1. LA FILOSOFÍA POLÍTICA CLÁSICA. DE LA ANTIGÜEDAD AL RENACIMIENTO

2. TEORÍA Y FILOSOFÍA POLÍTICA. LA TRADICIÓN CLÁSICA Y LAS NUEVAS FRONTERAS.

3. LA FIOLOSOFÍA POLÍTICA MODERNA. DE HOBBES A MARX.

4. TEORÍA Y FILOSOFÍA POLÍTICA. LA RECUPERACIÓN DE LOS CLÁSICOS EN EL DEBATE LATINOAMERICANO.

5. FILOSOFÍA Y TEORÍAS POLÍTICAS ENTRE LA CRÍTICA Y LA UTOPÍA

6. FILOSOFÍA POLÍTICA CONTEMPORÁNEA. CONTROVERSIAS SOBRE CIVILIZACIÓN, IMPERIO Y CIUDADANÍA.

ADICIONAL:
MAQUIAVELO Y EL INFIERNO DE LOS FILÓSOFOS.

SALUDOS PARA TOD@S,

JUAN



miércoles, 21 de abril de 2010

Link de Bensaid

Haciendo un relevamiento de los apuntes virtuales que me faltaban encontre en uno de los primeros comentarios el link de Bensaid, que Gabriela Rotondi nos paso, lo pego en las entradas, para que no lo perdamos de vista. Saludos.
ah.. MUCHAS GRACIAS POR CAMBIAR LOS COLORES DE FONDO DEL BLOG
GRACIAS TOTALES....¡¡!!!!!
Aca va el link de Daniel Bensaid Una mirada a la historia y la lucha de clases. gabi.
http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/campus/marxis/P2C1Bensaid.pdf

martes, 20 de abril de 2010

Link.filosofia del derecho. de hegel (en ingles)

http://www.efm.bris.ac.uk/het/hegel/right.pdf

el texto esta en ingles ...para quienes deseen, cualquier traductor hace el trabajo...

Link para filosofia del derecho de Hegel

El link no apunta al texto de Hegel sino a un analisis de la introduccion del texto en cuestion.
saludos
http://elbuho.aafi.es/cerezo.pdf

lunes, 19 de abril de 2010

LLAMADO A LA SOLIDARIDAD

Hola a todos/as:

También estoy teniendo dificultades para conseguir el texto de Hegel ya que la única publicación que conseguí en las librerías es la de Claridad. Me gustaría saber si alguien pudo encontrar alguna otra edición y, en el caso que así fuere, si podría sacarle una copia a la introducción y al capítulo referido a la Eticidad, que son los dos recomendados por Onelio para la lectura.

Desde ya, ¡muchas gracias! y un gran saludo.

domingo, 18 de abril de 2010

Nutriendo el diálogo-debate

Compañer@s:

Aquí un texto interesante para leer

Cueva, Agustín. El análisis posmarxista del Estado Latinoamericano. En publicación: Cuadernos
del Pensamiento Crítico Latinoamericano


Saludos,

Juan

Link "Principios de la Filosofia del Derecho"

Estimad@s: Estuvimos buscando por algunas librerías de Córdoba el texto de Hegel "Principios de Filosofia del Derecho". Está bastante complicado encontrarlo según dicen. Como sea, les paso un link, que aunque de Editorial Claridad -claramente Onelio Trucco dijo que no era aconsejable, sirve para ir adelantando.
Es un zip, la clave es Eh Carlos (como está, con espacios y respetando las mayúsculas)

Link: http://www.megaupload.com/?d=BHO9QBBR

Ideología y Posmarxismo, por E. Laclau

Hola compañeros,

aquí les paso un link de un artículo de Laclau.

http://www.scribd.com/doc/13089934/laclau-postmarxismo

Grande Juan por crear el Blog!!!
Saludos, Lucas.

Link Aristóteles "La Política"

Hola gente: para los que no tienen el libro, aquí va el link de "La Política" de Aristóteles. No sé cuán buena es la traducción...

Saludos!

Natalia.

http://www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages/Aristoteles_LaPolitica/Aristoteles_LaPolitica_000.htm

viernes, 16 de abril de 2010

“¿Posmarxismo? Crisis, recomposición o liquidación del marxismo en la obra de Ernesto Laclau”

Compañer@s: aquí el link para leer qué tiene que decir Boron más extensa y explicativamente sobre la propuesta de Laclau... para empezar a dialogar-debatir

jueves, 15 de abril de 2010

Instrucciones pobres para mariela

Mariela: ingresada a la pagina del blog, en la esquina superior derecha de la pantalla ingresas a ACCEDER, alli colocas tu correo de gmail y tu contraseña, luego agregas una NUEVA ENTRADA con el contenido que quieras. espero tengas suerte. cualquier cosa avisa y vemos que pasa con tu acceso. yo, en teoria habilite a todos los correos que tenia para que accedieran sin restricciones. despues tendremos que agregar a la gente que no estuvo el sabado pasado.
saludos. juan jose

Infinito de la comunicación, finitud del deseo

Antonio Negri es posiblemente el único catedrático de Teoría del Estado que ha sido procesado por insurrección contra el Estado. Ideólogo y activista militante radical, su vida ha sido coherente con sus teorías revolucionarias. Persecución, procesamiento, elección como diputado, exilio, cárcel, arresto domiciliario… Negri no ha dejado de hacer interpretaciones jamás. Su capacidad de análisis de la realidad y de los fenómenos sociales le han acreditado como referencia de una parte de la izquierda transformadora. Ha publicado, entre otras obras: Descartes político, El poder constituyente, Spinoza subversivo, Marx más allá de Marx... Su último trabajo ha sido un gran acontecimiento: Imperio, escrito junto a Michael Hardt, vuelve a colocar a Negri como pensador referente de su tiempo. (la fogata.org)

Infinito de la comunicación, finitud del deseo.
Toni Negri

Artículo publicado en el número 10 de Ezpala y el número 11 de «Futur Antérieur»

Nunca como hoy la relación média-espectador ha estado tan demonizada, y no hace más que empeorar. Es más, se ha querido dar del mensaje mediático la imagen de una ráfaga de metralleta incrustándose en el espectador -blanco miserable de un poder omnipresente- y aniquilándole. Este moralismo obtuso y deprimente ha cobrado el porte de un ritual, más en particular para una izquierda incapaz ya de análisis y propuestas positivas y que continúa acantonada en inútiles lamentaciones. Se nos representa una vida cotidiana dominada por el monstruo mediático como una escena poblada de fantasmas, de zombis prisioneros de un destino de pasividad, de frustraciones e impotencias.
Esta demonización no es la única componente de la relación média-público-vida cotidiana. La ciencia de la comunicación le es un buen soporte. Porque, en efecto, la comunicación es abatida permanentemente sobre la información, y los média se conciben como funciones lineales que prolongan en la sociedad mensajes de una eficacia completamente pavloviana. Como ocurre ya en la linguística, en las ciencias de la comunicación (o más bien en las sidicentes ciencias de la comunicación), hoy el lenguaje es disecado y su subjetividad evacuada. Todo lo que es ético, político, poético, interactivo, no inmediatamente discursivo, en la relación média/público (tal y como lo es ya en la relación sujeto/lenguaje), es eliminado. Es esta reducción cientifica (¡si se la puede llamar así!) se apoyan las concepciones terroristas de los média, las lamentaciones de los moralistas y sobre todo una visión reificada e intransitiva de la vida política que se traduce en : ¡no hay nada que hacer! ¡imposible escapar a esta esclavitud!. Aquí se confirma la sacralidad del poder, en toda esta nueva modernidad.

Receptores pasivos

La izquierda no propone más que la teoría de la manipulación y siente lástima por los desgraciados espectadores a los que se reduce a receptores pasivos. Desde luego, no es nuestra intención negar los efectos regresivos que provoca en sus usuarios el mundo actual de los média. Desde luego, no somos insensibles a la degradación del gusto y del saber colectivo, tampoco a la colonización de los universos de lo vivido. Además, nos parece absolutamente evidente que la máquina mediática actual en absoluto produce esos efectos inocentemente. En el sistema de poder actual produce conscientemente códigos infectados y epidémicos, destinados a impedir y cortocircuitar los mecanismos de producción simbólica. Selección estratégica e instrumental de los contenidos informáticos, inversión sistemática de los entidos y los valores, reducción extrema de la información a mercancía, y de la comunicación a la venalidad y la futilidad: ¡adelante, con alegría!.
Pero una vez reconocido todo esto, ¿es verdad entonces la teoría de la manipulación, podemos seguir sosteniéndola? ¿Siguen de actualidad el catastrofismo y las invocaciones líricas a liberarse de la dominación de los média productores de mercancías de las últimas críticas de la escuela de Frankfurt? No, el ser humano no es unidimensional, y es preciso rechazar resueltamente las concepciones de las que hemos hablado hasta ahora, y que la izquierda moralizante y pesimista ha hecho suyas. En primer lugar, porque son falsas, y a continuación porque producen como resultado impotencia ética y derrotismo político.
Son falsas, pues. No es este el lugar para retomar las largas discusiones, siempre interesantes por otra parte, que han acompañado al desarrollo de las ciencias lingüisticas y la superación de un estructuralismo mecánico y mezquino que han operado hasta ahora. Basta traer a la memoria cómo de Bakhtine a Hjelmslev, de Benjamin a Deleuze, por no citar más que a algunos autores esenciales, fue reparada la grave distorsión objetivista y funcional que había sufrido la lingüistica, al menos en parte. Por tanto, si hoy es posible empezar a hablar de nuevo de las ciencias de la comunicación, lo es sobre la base de una teoría que reintroduce dimensiones ontolígicas y subjetivistas, elementos autopoiéticos y creativos en la descripción de los "agenciamientos" colectivos que se constituyen en el tejido mediático y comunicativo. La operatividad colectiva, ético-política, emotiva y creativa que actúa en el mundo de la comunicación es un elemento irreductible, una resistencia que se abre a otros caminos: está esencialmente en la base de nuevas constituciones de los sujetos y nuevas inter-relaciones que no dejan de producirse. El conjunto "maquínico" de la comunicación mediática es un mundo de transformación y constitución, como el resto de los mundos maquínicos en los que se ve inserta la vida del ser humano. Marx había mostrado cómo la acumulación capitalista, al transformar progresivamente al ser humano, es decir, al trabajador, desarrolla al máximo su productividad, haciendo de ésta una fuerza productiva capaz de autovalorizarse y por tanto de ser una fuerza revolucionaria. Mediante la acumulación de la comunicación, la consciencia del ser humano se transforma y se vuelve apta para un reconocimiento colectivo de esa ampliación de las posibilidades de saber y de las capacidades de transformación que, sólo ellas, pueden asegurarle más libertad.
Entonces, aquí estamos en el corazón del problema, es decir, que hay que considerar el mundo de la comunicación como el lugar en el que las grandes fuerzas sociales del saber y la comunicación se colocan como las únicas fuerzas productivas. El trabajo colectivo de la humanidad toma consistencia en la comunicación y el paradigma comunicativo se identifica poco a poco, pero con una evidencia cada vez mayor, con el del trabajo social, con el de la productividad. La comunicación se vuelve la forma en la que se organiza el mundo de la vida con toda su riqueza. La nueva subjetividad se constituye en el interior de este contexto de máquinas y trabajo, de instrumentos congnitivos y autoconsciencia poiética, de nuevo medio-ambiente y nueva cooperación. El trabajo humano de producción de una nueva subjetividad cobra toda su consistencia en el horizonte virtual que abren, cada vez más, las tecnologías de la comunicación.

Trabajo comunicativo

Nos es preciso volver una vez más al análisis y la crítica marxianas del trabajo para encontrar en este proceso el mecanismo de la explotación y las razones de la revolución. Volvemos en el caso presente: es decir, en el estadio en el que, de ahora en adelante, la comunicación nos aparece como la máquina que domina a toda la sociedad, pero en cuyo interior la cooperación de las consciencias y las prácticas individuales alcanza su nivel de productividad más elevado: productividad del sujeto, cooperación de los sujetos, producción de un nuevo horizonte de riquezas y al mismo tiempo de liberación. En el seno mismo de este trabajo comunicativo, las resistencias últimas de un mundo capitalista reificado, apresado en las determinaciones fetichistas del horizonte de la mercancía, se debilitan: la realidad, la naturaleza, la sociedad se ve apresada en la consistencia del flujo de los acontecimientos; entonces, la actividad comunicativa de la fuerza de trabajo, de las consciencias comunicantes, de los sujetos cooperantes se vuelve capaz de poner en acción, radicalmente, la transformación social, sin otro límite que la finitud de nuestro deseo. Una finitud que tiene como único obstáculo lo infinito de la tarea.
Entramos en una era pos-mediática. La segunda crítica que podemos hacer a las teorías de la comunicación que hoy nos ofrece el poder se apoya en esta constatación. A partir de ahí podemos desmitificar la perspectiva de una esclavitud política ineluctable (y de la prosecución de la explotación del trabajo). Es decir, conscientemente, que el triunfo del paradigma comunicativo y la consolidación del horizonte mediático, por su virtualidad, su productividad, la extensión de sus efectos, lejos de determinar un mundo apresado en la necesidad y la reificación, abren espacios de lucha por la transformación social y la democracia radical. Es preciso llevar el combate al interior de este nuevo campo.
Combate para reducir a todos los elementos y los agentes que repiten, en el nuevo modo de producción de la subjetividad, las viejas normas, los códigos y los paradigmas miserables del antiguo arte de reinar: lucha de reapropiación de los média y de todas las articulaciones de la comunicación. Las destrucciones que hay que operar en este campo son innumerables: ¿cómo destruir el sistema privado y/o estatal, el monopolio capitalista de la comunicación?. ¿Cómo minar el terreno en el que descansa ese centro de produción de los aparatos ideológicos?. Pero si las destrucciones que hay que operar son amplias y arduas, mucho más importantes aun y más acaparantes son las operaciones positivas que hay que pensar. Se trata de imaginar y construir un sistema colectivo de comunicación en el que estarían excluidos lo privado y lo estatal. Se trata de construir un sistema de comunicación público basado en la interrelación activa y cooperante de los sujetos. Se trata de unir comunicación/producción/vida social en formas de proximidad y cooperación cada vez más intensas. En fin, se trata de contemplar una democracia radical tanto en la sociedad como en la producción, que ha de cobrar forma en las condiciones del horizonte pos-mediático.

domingo, 11 de abril de 2010

Wim Dierckxsen ‘’La lucha contra el capitalismo y... Clase del Curso virtual PLED

CLASE Nº 8 La presente clase ha sido elaborada por Wim Dierckxsens exclusivamente para ser adjuntada en el Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en CienciasSociales (PLED), en la Segunda Parte: ‘’los experimentos neoliberales: exámenes de algunos casos’’ Clase 8: “Centroamérica: emigración, remesas, maquilas” en el curso ‘Coyuntura política y luchas emancipatorias’’, Junio de 2008. Av. Corrientes 1543 (C1042AAB), Ciudad de Buenos Aires, Argentina Informes: (54-11) 5077-8024 academica-pled@cculturalcoop.org.

Como citar: Profesor Wim Dierckxsen* ‘’La lucha contra el capitalismo y las luchas sociales’’ [CLASE]. En: Curso virtual “Coyuntura política y luchas emancipatorias” (Programa Latinoamericano de Educación a Distancia, Centro Cultural de la Cooperación, Buenos Aires, Junio de 2008). La lucha contra el capitalismo y las luchas sociales.* Investigador del Departamento Ecuménico de Investigaciones (DEI) en San José de Costa Rica y miembro del Foro Mundial de Alternativas (FMA).

CLASE: Hola. Les propongo pasar revista a algunas tendencias generales de la lucha contra el capitalismo, a escala global, y luego pasar revista a algunas experiencias concretas sobre América Latina. En un anexo les haré llegar una apreciación sobre el reciente referéndum sobre el TLC que tuvo lugar en Costa Rica y las perspectivas que se abren luego de su fraudulento resultado.
En la actual coyuntura queda cada vez más claro para las organizaciones sociales que el capitalismo constituye un “horizonte superable” y no insuperable como se vislumbraba en los años noventa a partir del derrumbe del Muro de Berlín. En medio de la progresiva crisis neoliberal y en un entorno de amenaza de guerra global, la izquierda se tornará internacionalmente anti-neoliberal, anti-hegemónica y anti-imperialista y a la vez buscando un proyecto democrático de avanzada para lograr instaurar el socialismo en el siglo XXI.
En la actualidad y en lo inmediato, sin embargo, las luchas no pueden ser dirigidas más que contra el neoliberalismo y la arrogancia de la hegemonía norteamericana en cada una de las naciones, como se está dando en este momento en América Latina. La gran tarea es facilitar la construcción de una alternativa de izquierda con estrategias y tácticas que cohesionen las diferentes corrientes ideológicas y los movimientos comprometidos en la lucha contra el neoliberalismo y la hegemonía norteamericana. La construcción de la convergencia debe ser formulada en términos políticos de manera complementaria: Un frente unido a favor de la justicia social e internacional acompañado de una conciencia anti-imperialista.
La izquierda tiene hoy el reto de ir más allá de la crítica y autocrítica de la historia del comunismo en el siglo XX para iniciar de manera abierta e intensiva el debate sobre las estrategias alternativas
constructivas para el Siglo XXI. El debate sobre la construcción del socialismo en el Siglo XXI está en plena marcha en América Latina. Politizar el debate constituye la condición de la convergencia en medio de la diversidad de las fuerzas progresistas. Reconstruir la unidad implica la organización de amplias mayorías capaces de exigir el derecho a la inclusión. La estrategia ofensiva necesaria de reconstitución del frente popular del Sur requiere de la radicalización de las resistencias sociales frente a la ofensiva del capitalismo imperial. Exige su politización, es decir su capacidad de hacer converger las luchas campesinas, las de las mujeres, de los obreros, de los desempleados, los informales y de los intelectuales y asignar al movimiento popular en su conjunto objetivos de democratización y de progreso social posibles en el corto y mediano plazo.
La mundialización neoliberal constituye un desafío para los trabajadores y ciudadanos del mundo entero. De ahí se deriva que el capitalismo mundializado no puede ser confrontado únicamente desde la lucha a nivel nacional. Para politizar al movimiento social, la tarea es doble: por un lado, reforzar el nivel nacional y, por el otro, simultáneamente mundializarla, organizar el movimiento social a nivel mundial. Solo un movimiento global mundial donde actúen conjuntamente los movimientos sociales podrá transformar el mundo actual y crear un orden mundial fundado en la solidaridad antes que en la competencia. Por el momento, el debate sobre la construcción del socialismo del siglo XXI en América latina no sobrepasa los límites del continente. Ante una eventual gran crisis mundial, existen perspectivas de ampliar la construcción conjunta de lazos entre los movimientos sociales, con base en vínculos horizontales y de respeto mutuo a escala intercontinental.
La mundialización de la izquierda exige que los valores que dan legitimidad al movimiento sean de alcance universal y que hagan posible superar los obstáculos que oponen los pueblos del Sur entre sí. Lo anterior implica la necesidad de formular estrategias con una perspectiva de larga duración de la transición del capitalismo mundial al socialismo mundial. Una estrategia eficaz de acción debe ser capaz de avanzar en tres direcciones simultáneamente: el progreso social, la democratización radical y la construcción de un sistema mundial pluricéntrico. Es necesario y posible un progreso en esa dirección en todas las regiones del sistema capitalista mundial, tanto en los centros imperiales como en las periferias. Las políticas necesariamente implican tomar medidas muy concretas sobre todo en materia de relaciones centro periferia. Como lo recuerda Samir Amin, sin proyecto de cambio en las relaciones centro periferia no hay posibilidad de cambio real.
Lo anterior implica que el proceso de cambio latinoamericano por si solo difícilmente conducirá al socialismo del siglo XXI. Un proceso mundializado sin duda se verá empujado por una gran recesión mundial que se vislumbra a partir de la crisis del dólar y por una guerra con implicaciones globales que peligra a partir de la amenaza concreta de un ataque nuclear contra Irán. Tanto una eventual guerra global como una recesión a escala mundial implicarán una fuerte desregulación del comercio internacional lo que provocaría una crisis profunda para las empresas transnacionales que dependen en alto grado de dicho comercio exterior. La desconexión a escala mundial sería la consecuencia lógica, pues tal entorno obligaría a una masiva y generalizada sustitución de las importaciones en el mundo entero y especialmente en los países periféricos. Ambos hechos juntos estimularían la desconexión generalizada de los centros del capitalismo metropolitano. Semejante crisis implicaría un golpe económico difícil de superar de las transnacionales y hundiría al capital financiero asociado.
Con ello estaríamos ante una crisis del sistema capitalista como tal que permitiría plantear la posibilidad de la transición al socialismo del siglo XXI.
Ahora bien, la lucha social por una alternativa supone la desconexión del proceso de globalización. La desconexión del proceso de globalización es una condición necesaria para recuperar la soberanía en todos los sentidos: lo económico, político, social, cultural, etc. El proceso de globalización niega dicha soberanía y promueve más bien la progresiva anexión de los países periféricos en general y de América Latina en particular en beneficio cada vez más exclusivo de unas cuantas empresas transnacionales ligadas al capital financiero internacional. Este proceso de desconexión significa un fraccionamiento del mercado transnacional. De ahí también la fuerte oposición de las principales potencias ante este proceso de desconexión. Esta desconexión, planteada, por ejemplo, en la Alternativa Bolivariana para América Latina (ALBA), tiene mejores perspectivas conforme se acentúa la crisis del neoliberalismo en general y con una crisis cada vez más profunda de la hegemonía norteamericana en particular, condiciones que se cumplan hoy en día de manera cada vez más clara.
La crisis del proceso de globalización se evidencia a partir del fracaso de los acuerdos multilaterales en la Organización Mundial de Comercio desde 1999. Estos acuerdos multilaterales servían para fomentar el reparto del mercado mundial entre un número cada vez menor de trasnacionales. Ese proceso se concretaba mediante adquisiciones, fusiones, privatizaciones y la sustitución de empresas privadas nacionales por transnacionales. El reparto del mercado mundial ha alcanzado su época gloriosa en los años ochenta y la primera mitad de los noventas. A mediados de los años noventa más del 50% del Producto Mundial Bruto ya era producto transnacional frente a 25% veinte años antes y más del 80% del producto industrial era transnacional a esas fechas. Las ganancias obtenidas en ese reparto eran enormes. La bolsa de valores se disparó como consecuencia. Todo el mundo apostaba a esos ganadores que parecían barrer con todo en el reparto del mundo. Hacia fines del siglo, estas ganancias han llegado a su tope histórico. El mercado mundial ya se encontraba repartido. Las inversiones que apuntan al crecimiento económico del mercado como un todo habían disminuido. Los beneficios derivados de inversiones hechas en el reparto del mercado mundial se estancaron a partir de entonces. Las ganancias transnacionales cayeron como consecuencia. El resultado fue la crisis bursátil del año 2000 y 2001.
Llegando al nuevo milenio, era cuestión que las grandes potencias abriesen sus propios mercados entre sí para lograr otro avance en el reparto del mercado mundial Estas negociaciones se dieron en la OMC en 1999. El fracaso de estas negociaciones era de esperar. Las grandes potencias no abrirán sus fronteras para sus contrincantes. Desde entonces, la bandera proteccionista gana terreno a costa del proceso de globalización. La respuesta es la política de consolidar bloques económicos para salvar las transnacionales de un continente frente al otro. Al interior de un bloque rige la ley del más fuerte y hacia fuera se vislumbra un creciente proteccionismo entre estos bloques de poder. El ALCA proyectó anexar América Latina esencialmente en beneficio de las transnacionales estadounidenses.
La Unión Europea inicia en el nuevo milenio una marcha de anexión hacia Europa del Este. A partir de estas fórmulas proteccionistas, sin embargo, se abre una coyuntura a favor de la creación de bloques no solo en beneficio único de las naciones hegemónicas. Estos bloques puedan darse también en la periferia, como reivindica Brasil con Lula. Con ello se vislumbra la posibilidad de la desconexión.
Los países centrales defienden a ultranza los subsidios agrícolas para mantener su soberanía
alimentaria. Es una cuestión geopolítica. Por otro lado, no quieren disminuir ni disciplinar las ayudas por temor a la pérdida de sus mercados en el mundo. Ahora bien, no se puede pedir en nombre del libre juego de mercado, que ofrece América Latina mayor acceso a sus mercados, si los países centrales no quieren negociar la apertura agrícola. Para ser equitativos resultaba lógico negociar el acceso a los mercados para los productos agrícolas en los foros multilaterales. Solo al percibir los verdaderos alcances de lo que las potencias agrícolas del orbe habían acordado en materia de eliminación de subsidios y las medidas de efecto equivalente, se podía con responsabilidad determinar los límites de acceso a nuestros mercados. No hubo concesiones de parte de los países centrales en la OMC ni en el ALCA. Es en esta coyuntura que surgió el espacio político para la generación de bloques alternativos como el MERCOSUR y el ALBA.
El ALBA es una respuesta al ALCA que va más allá del proyecto de MERCOSUR. El MERCOSUR se opone al ALCA, aunque se inscribe básicamente en el principio de la competitividad. No es un proyecto de izquierda. La diferencia con el ALCA es que promueve la política de anexión dentro del mercado regional. Suscribe, en otras palabras, la ley de la competencia, aunque lo hace en un entorno de menos desigualdad entre los países que participen. El ALBA en cambio apunta a relaciones internacionales fomentando principios de solidaridad, reciprocidad, complementariedad cooperación y sustentabilidad, es decir hacia un mayor equilibrio internacional. Desconexión no significa entonces optar por la autarquía económica sino apunta a un proceso de recuperación de la soberanía nacional en todos los ámbitos. Ambos proyectos tienen en común que fomenten la desconexión del proceso de globalización en América Latina y ambos apuntan al desarrollo de un proyecto político, social y económico endógeno. El horizonte del ALBA es una América Latina para los latinoamericanos. El MERCOSUR busca un mercado mayor para las grandes empresas brasileñas. Es un proyecto de desconexión del proceso de anexión económica a EEUU, anexando mercados regionales.
El ALCA fracasa por la misma rigidez de EEUU de ofrecer concesiones en materia agrícola. Conforme fracasaba el proceso del ALCA aumentaban las posibilidades del ALBA. Las negociaciones en México sobre el ALCA en 2005, degradaron el proyecto a un “ALCA-light”. Es decir llegaron a acuerdos mínimos. En el año 2006 en Argentina se enterró el ALCA en el Mar de Plata de una vez para siempre. Conforme el ALCA se hundía, EEUU buscaba un proceso de anexión alterno mediante políticas de anexión nacional. Es la política de los Tratados de Libre Comercio (TLC). Ya que no se podía anexarlos todos a la vez, la idea era anexar un país tras otro. Avances en este sentido se lograron en Chile y América Central.
Hacia fines de 2005, sin embargo, Bolivia reivindica con la elección de Evo Morales su soberanía nacional y ahonda así el proceso de desconexión. La experiencia boliviana encabezada por el MASIPSP se rige por una democracia parlamentaria pero posee un componente (a veces agregado, en otras diferenciado hasta la hostilidad) social, ideológico y político popular no parlamentaria que radicaliza la soberanía hacia una soberanía popular. Los pueblos originarios reivindican su derecho a la territorialidad y a un gobierno propio en el marco de una articulación nacional y multicultural. Lo que denuncia el Movimiento Al Socialismo (MAS) es la cultura occidental que imagina que el crecimiento y la Naturaleza son infinitos y dibuja un camino civilizatorio que supera la modernidad que busca un equilibrio con la Naturaleza a partir de relaciones sociales solidarias, de reciprocidad y de subordinación de lo individual a lo comunitario. La lucha social por la recuperación de los recursos nacionales va mano en mano con la recuperación de la soberanía nacional. Es un verdadero paso al socialismo del Siglo XXI.
El proceso de anexión de América Latina a partir de los Tratados de Libre Comercio encontró otro tropiezo en Ecuador en el año 2006. Bastaba la estatización de una empresa transnacional estadounidense para que ese país parara el proceso. El triunfo de Correa fines de 2006 contra el multimillonario Noboa en las elecciones presidenciales en Ecuador fue seguida por otra paliza electoral en torno a la constituyente infligida el día 15 de abril de 2007. El proceso en Ecuador tiene una orientación radical, favorable a un reparto de ingresos a favor de los más explotados, de los más oprimidos. Siguiendo el ejemplo de Argentina y Venezuela, el país dio por terminada la relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), denunció al Banco Mundial y se vinculó con la iniciativa constitutiva del Banco del Sur. Rafael Correa no renovará el acuerdo para ceder la base militar de manta a EEUU a partir de 2009. Venezuela desde 1999, Bolivia desde 2006 y actualmente en Ecuador, han emprendido una modificación de sus constituciones en un sentido más democrático. El objetivo de la reforma constitucional es reconstruir al Estado, crear dispositivos que garanticen la redistribución de la riqueza, la justicia social, la defensa de la soberanía nacional y la nacionalización de los recursos naturales.
La lucha por el cambio prosigue con el regreso reciente del Sandinismo en Nicaragua. Se vislumbra pronto otro triunfo electoral en Paraguay. Ya con varios países en vías de desconexión, comienza a tener cada vez más factibilidad la idea del ALBA y se ve un futuro cada vez menos favorable para los TLC´s. Varios países se han resistido donde se destacan los casos de Costa Rica y Colombia en donde el movimiento popular ha librado una enconada lucha contra los tratados.
Desde 2006 América Latina está situada nuevamente en un lugar amenazante en la estrategia global de la Unión Europea. La UE tiene como objetivo asegurar el acceso de sus economías a los mercados latinoamericanos y caribeños de manera irrestricta. La Comisión Europea está presionando para que esos acuerdos comerciales entrañen la liberalización general y profunda de las inversiones, el comercio de servicios y la contratación pública, al igual que compromisos claros con respecto a la política de competencia y los derechos de propiedad intelectual. La fecha tope para concluir esos acuerdos es el 31 de diciembre de 2007. Ante esta amenaza, la Alianza Social Continental logró realizar avances significativos en la creación de campañas birregionales. Por ejemplo contra la privatización del agua, con la campaña ‘Por un modelo público de agua’ (con los casos de Unión Fenosa, Suez y Repsol YPF).
En el Capítulo Colombia del Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP) se trabajó sobre los
hidrocarburos. La propuesta de realizar un Tribunal en el CONOSUR gira en torno a la temática de los monocultivos. El Grupo de Trabajo centroamericano gira en torno al eje de los servicios públicos (energía), el sector agro-alimentario y las maquilas. La acción continental girará en torno al rechazo a la adopción de objetivos obligatorios de agrocombustibles y a paralizar cualquier incentivo a su producción susceptible de fomentar el saqueo de materia prima de América Latina ya que resulta ser un desastre para las selvas tropicales, para el clima mundial, para la biodiversidad, para la seguridad alimentaria, para los Derechos Humanos y para las comunidades locales.
Veamos ahora algunos antecedentes sobre las luchas sociales concretas que se agitan en la
región latinoamericana.
La lucha de los movimientos sociales, campesinos e indígenas contra los TLC´s intensifica la lucha ya existente en cada país contra las políticas de Ajuste Estructural. La política neoliberal en general y los TLC´s en particular se caracterizan por una verdadera contrarreforma agraria y por una nueva concentración de la tierra y acaparamiento de los recursos naturales. La concentración de la tierra se expresa a través del ascenso del agro- negocio. En.todos los países se están impulsando políticas, planes y programas para que los campesinos produzcan materia prima para la bionergia-Etanol (soya, maíz, palma africana y caña de azúcar); es así que los gobiernos están utilizando estrategias como la de entregar fertilizantes y maíz, como una política de Estado que pretende envolver a los campesinos en la siembra masiva de maíz. Como parte del Plan Puebla Panamá se están impulsando megaproyectos en ecoregiones, como el corredor biológico mesoamericano y el bioceanico.
En mucho países en donde los campesinos habían logrado instituir grandes cooperativas, la mayoría de estas fueron obligadas a embargar a los bancos sus tierras de tal suerte que muchos se convirtieron en deudores ante el Estado y ante la banca privada, lo que originó la perdida de las tierras que habían obtenido con mucho sacrificio. Con la acumulación de las tierras en manos de los terratenientes, se da una masiva migración del campo hacia las ciudades. En algunos países como el Paraguay, el 95% de la soya que se produce es transgénica, lo que significa que ya no tenemos control de cuanto de lo que comemos es o no transgénico. Las grandes organizaciones ambientalistas conservacionistas, como la WWF, TNC u otras, están comprando grandes extensiones de nuestros territorios y así mismo otras agencias como la cooperación europea, USAID, UNESCO, UNICEF, están apoyando o creando áreas protegidas. En ambos casos el propósito es apoderarse de los recursos naturales de nuestros territorios, tales como el petróleo, gases, uranio, etc. Hoy día el imperio ya ha distribuido lo que vamos a producir en nuestros territorios. En Paraguay, Argentina y en Brasil el área cultivada de soja transgénica (que exige el uso de herbicidas de alto impacto ecológico) creció a ritmos acelerados en los últimos años y profundizó los procesos de concentración de la tierra y ocasionando daños irreversibles en los suelos. Esta política se verá agudizado por la campaña por producir etanol como combustible alternativo y trae consigo un creciente costo de la alimentación popular y conlleva a la eliminación, a menudo brutal, de los pequeños campesinos y de las comunidades indígenas. Ante la exclusión masiva de los campesinos e indígenas no existen alternativas de inclusión dentro del marco neoliberal. Ante toda esta ofensiva nuestros pueblos vienen resistiendo. En este contexto se desarrolla la guerra por la vida y la soberanía.
Existen redes como Vía Campesina que está impulsando procesos de lucha para la protección y recuperación de las semillas criollas. 3. En muchos de nuestros países las comunidades y pueblos, se están movilizando, creando redes de discusión y resistencia. En Brasil se han venido desarrollando muchas acciones; Acción directa con ocupaciones de las tierras o recuperación de las tierras que están en manos de los terratenientes; Campañas de sensibilización ; Ferias campesinas, para eliminar el intermediario; Redes de comercio justo En Venezuela hay programas tales como la Misión alimentación, Misión Zamora, Misión Bolivancara). Muchas comunidades están resistiendo y ocupando empresas mineras, de tal suerte que en algunos casos se ha detenido la explotación de las mismas.
En Paraguay hubo lucha con cortes de rutas y ocupaciones de tierra. La lucha no se limita a
Paraguay. De la llamada “Guerra de la soja” a principios de 2004 se pasó a la dinámica de de ocupación de tierras y exigencia de redistribución de la misma convocando un amplio arco de organizaciones sociales que dan vida al Frente Nacional de Lucha por la Soberanía y la Vida”(FNLSV) que promueven una programa de desarrollo anti-neoliberal. El Frente pone, con ocupaciones y movilizaciones, bajo mucha presión al gobierno. Este incumple luego los acuerdos acordados y se da una confrontación abierta. De ahí nace el paro cívico nacional con el cuál logran volver a presionar al gobierno. De esta forma el movimiento social transciende el ámbito reivindicativo y adquiere un carácter político alternativo.
Una amenaza real es el desarrollo del agro -negocio, otro igualmente letal es la plena apertura a los productos agrícolas de EEUU. La importación sin frenos de productos agropecuarios a través de los tratados de libre comercio acelera la ruina de la producción y los mercados nacionales y regionales de los pequeños y medianos agricultores. Los tratados significan el tiro de gracia para la economía agrícola campesina e indígena como ya lo reveló la experiencia mexicana. Los subsidios agropecuarios estadounidenses se concentran en productos como el maíz, el azúcar, el arroz y los productos lácteos; precisamente aquellos productos fundamentales para la alimentación y en los cuales los productores nacionales tienen cierta competitividad. EEUU ha sido enfático en manifestar su indisposición a negociar su política y, en particular, las subvenciones en el marco del CAFTA. El resultado será la destrucción del agro de la región, la desaparición de la soberanía y seguridad alimentaria y un mayor endeudamiento externo.
Ante la amenaza de su exclusión masiva sin posibilidad de reinserción, no se vislumbra ante los campesinos arruinados ni menos a las comunidades indígenas alternativa dentro de este sistema de mercado total. La lucha por la tierra y la soberanía agrícola aparecen como la lucha por la vida misma. Esta lucha adquiere dimensión especial, por su número y dimensión política, en Brasil al ser el movimiento campesino más importante de América Latina: el Movimiento de los Sin Tierra (MST).
El proyecto político que desarrolla sobrepasa la voluntad individual de obtener las tierras. Las actividades reivindicativas por la tierra del MST se inscriben en un proyecto más amplio de una sociedad con democracia radical basada en la solidaridad, la igualdad y conciencia ecológica. La organización interna del movimiento obedece a los principios de la democracia participativa, situándose de esta manera, al igual que el Zapatismo en México o el MAS en Bolivia, dentro del marco de una nueva orientación en reacción contra el centralismo y el vanguardismo.
En medio de un entorno neoliberal cada vez más agresivo, los derechos económicos y sociales de los campesinos sin tierra y más aún de las comunidades indígenas se reducen a cero. Las comunidades indígenas en particular peligran perder incluso el derecho a la vida. No son de ningún beneficio para el gran capital. Su exclusión definitiva y masiva resulta de la lógica del mercado total. Sin vínculo alguno con el mercado, ante los intereses de las transnacionales, las comunidades indígenas aún asentadas en sus tierras constituyen un obstáculo para tener un acceso libre dichas tierras y a los recursos naturales que albergan. En este contexto se enmarca la Guerra del Agua (1999-20019 centrado en Cochabamba en defensa y reconquista del agua, decisiva para la vida y apropiada por la empresa estadounidense Bechtel. La resistencia social y política estaba centrada en la “Coordinadora de Defensa del Agua y de la Vida” protagonizado por indígenas, juntas vecinales, cocaleros, campesinos, transportistas, etc. En 2003 estalla en Bolivia la Guerra del Gas, centrado en El Alto, bordeando lo insurreccional en recuperación de una de sus últimas riquezas: los hidrocarburos.
La respuesta de los movimientos sociales indígenas gira en torno a la defensa del territorio con sus fuentes naturales y su pueblo reivindica otra civilización que no se inscribe en los valores de la modernidad. Esta respuesta adquiere carácter continental en la III cumbre de Pueblos y Nacionalidades Indígenas en Iximche´ como revela la declaración final del 30 de marzo de 2007, al responsabilizar a los gobiernos por el permanente despojo de los territorios y la extinción de los pueblos indígenas del continente, a partir de prácticas impunes de genocidio de las transnacionales; al ratificar el derecho ancestral e histórico al territorio y a los bienes comunes de la Madre Naturaleza, y al reafirmar su carácter inalienable, imprescriptible, inembargable e irrenunciable; al consolidar los procesos impulsados para la construcción de los Estados plurinacionales y sociedades interculturales a través de las Asambleas Constituyentes con representación directa de los pueblos y nacionalidades indígenas; al avanzar en el ejercicio del derecho a la autonomía y libre determinación de los pueblos indígenas y; al reafirmar la decisión de defender la soberanía alimentaría y la lucha contra los transgénicos.
Otro componente ha sido la lucha de los sectores obreros y de diferentes organizaciones ciudadana.
En una economía de mercado, los derechos económicos y sociales se derivan del vínculo de un individuo con el mercado (de trabajo). Como obrero urbano uno es generalmente menos
reemplazable y tiene más estabilidad laboral que como trabajador rural. Un obrero calificado a su vez tiene más estabilidad laboral que uno no calificado. Su ingreso suele ser más estable y la probabilidad de estar asegurado aumenta. Los profesionales tienen, como regla general, mayores oportunidades de empleo y más estabilidad laboral gozando ingresos no solo más elevados sino también más estables que los obreros calificados. Los profesionales, al ser menos reemplazables y más costosos suelen gozar mayor protección social. Los hombres suelen tener no solo más oportunidades de trabajo que las mujeres, sino también oportunidades mejores de empleo. Los blancos se aventajan en este aspecto frente a las otras etnias y los trabajadores en los países centrales tienen mucho más oportunidades que sus iguales en la periferia.
Tener mayores oportunidades de trabajo significa ser menos reemplazable o desechable. Lo anterior implica tener más estabilidad laboral, es decir, mayor seguridad económica. Al ser menos reemplazable la mano de obra y al aumentar su costo, mejora la protección social. Los derechos económicos y sociales, en otras palabras, dependen de la posición de un individuo en el mercado laboral y de la propia evolución de ese mercado. Si amplían las oportunidades de trabajo en el mercado laboral, es decir, con una mayor inclusión, la capacidad de reemplazo de la mano de obra disminuye y la estabilidad laboral va en aumento. Con ello, los derechos económicos y sociales de los trabajadores se amplían. La situación anterior responde a la política keynesiana. Si el mercado laboral, en cambio, se contrae, como es el caso con la política neoliberal, hay más exclusión y pérdida de estabilidad laboral. En tal contexto los trabajadores, por más que luchen, son más reemplazables e incluso desechables y con ello se pierden derechos económicos y sociales.
Con las políticas neoliberales, las oportunidades de trabajo disminuyen ya que las inversiones se orientan hacia sectores improductivas (el reparto del mercado existente, la especulación, el ámbito (financiero). En vez de invertir en ramas productivas que ampliarían el mercado como un todo, las inversiones se orientan a la adquisición y privatización de empresas ya existentes. La masiva sustitución de productos locales o nacionales por transnacionales (al desmantelarse los aranceles) ha significado una gran pérdida de oportunidades de trabajo que no se compensan de ninguna forma por algunos nuevos empleos creados y muy mal pagados (como en la maquila). Las tendencias anteriores implican en general una reducción permanente en las oportunidades de trabajo. Las tasas de desempleo y desempleo equivalente (por subempleo) aumentan sin cesar. La emigración - mientras no haya una recesión mundial- constituye una verdadera válvula de escape a la falta masiva de oportunidades de trabajo. Al ser restringida y selectiva la inmigración, la misma no alcanza cubrir las oportunidades perdidas.
Con las políticas neoliberales en América Latina, la capacidad de reemplazo de la fuerza de trabajo aumenta, es decir, hay una creciente flexibilización en el mercado de trabajo y con ello tienden a deteriorarse los derechos económicos y sociales. Los evolución de los salarios tiende a quedar atrás de la inflación; la proporción de personas que ganan un ingreso cercano a la línea de pobreza aumenta; la jornada laboral tiende a alargarse; ante la caída de los ingresos hay más trabajo infantil y femenino muy mal pagados; la seguridad social tiende a deteriorarse; las oportunidades de formación tienden a empeorarse, etc. En otras palabras hay un retroceso general en los derechos económicos y sociales. Esta tendencia se observa en América Latina entera.
En esta coyuntura de retroceso permanente, el sindicalismo suele estar a la defensiva en torno a sus derechos particulares. Su lucha en el entorno neoliberal es una lucha para evitar una pérdida aún mayor de sus derechos económicos y sociales. El sindicalismo no aparece, en tal coyuntura, como la organización social más dinámica y más bien queda rezagado en la lucha social por una alternativa y casi exclusivamente muestra retrocesos. En medio de la amenaza de su exclusión masiva hasta la propia clase trabajadora no encuentra alternativa dentro de la actual estructura sindical. Es en este entorno que nace el movimiento de los excluidos, mejor conocido como el “movimiento de los piqueteros”. Aunque el movimiento es mejor conocido en Argentina y Uruguay, también está presente en otros países y tiene potencial en aquellos países donde la clase obrera urbana fue relativamente numerosa, pero se encuentra masivamente amenazada con la exclusión.
El movimiento de los excluidos o piqueteros, como lo bautizaron en Argentina y Uruguay, nace de la necesidad vital para la masa trabajadora (y no exclusivamente de los desocupados) de lucha contra la exclusión y el desempleo, reivindicando irónicamente el “derecho a ser explotado”. El movimiento piquetero ha logrado movilizar a cientos de miles de trabajadores amenazados por la cesantía masiva junto con los ya excluidos del sistema. El movimiento piquetero ha pasado de los cortes de ruta aislados a la huelga general y de ahí al plan de lucha nacional. Aunque muy a menudo cooptado por el sistema, el movimiento logró en su momento organizar a los desocupados a incorporar activamente a sectores obreros industriales en empresas autogestionadas, concibiendo economías alternativas y solidarias.
El traspaso de lucha de las organizaciones obreras desde las empresas hacia una lucha fuera de ellas y organizada a partir de la comunidad., tiene otras vertientes en América Latina, en la medida que la lucha sindical se agota como la forma más adecuada. Las luchas sociales contra la primera ola de privatización en la región, emprendida a principios de los años noventa, se caracterizaron por una resistencia liderada por los sindicatos. Los trabajadores eran los afectados directos ya que con cada adquisición o privatización a menudo pasaron a engrosar las filas de los desempleados. Luego de la primera ola de privatización, cuando ya hay experiencia acumulada de repetidas alzas de tarifas (de agua y electricidad sobre todo), acompañado a menudo con un peor servicio (cortes de agua y electricidad) o con la total discontinuidad de los servicios en zonas marginadas por falta de rendimiento económico, la ciudadanía entera resulta ser afectada en sus más elementales condiciones de vida y no solo la clase obrera. La lucha social transciende a partir de entonces los márgenes de la reivindicación sindical.
Con el transcurrir de los años, la lucha social contra la privatización pasa a la lucha por la
recuperación de los servicios desde la comunidad. Con ello la lucha pasa del circuito de la
valorización del capital al espacio de la reproducción y cuidado de la vida misma. Dentro de este espacio no hay cabida para una actitud protagonista de vanguardia obrera, adulta y varonil. Entre los actores se destaca la participación de la comunidad como comunidad con una fuerte presencia femenina y juvenil, campesina e indígena. Se levantan, en otras palabras, los eternamente excluidos por el sistema (indígenas, mujeres y jóvenes en primera línea) que dentro del mismo no hallan formas de reproducir su vida y, por tanto, buscan una alternativa. En este contexto de lucha incluyente caben todas las corrientes a favor de la reproducción de la vida y del cuidado del medio que nos rodea.
En el VI Encuentro Hemisférico sobre Medio Ambiente y Agua en mayo de 2007 (Vea, Alianza Social Continental, 14 de mayo de 2007), señala que las diversas formas de privatización han llevado al encarecimiento de los servicios y una gestión deficiente y corrupta en el continente. Gran parte de los territorios de pueblos indígenas y comunidades poseen recursos naturales y que estos al ser entregados en concesión afectan la vida de los pueblos y ponen en riesgo las fuentes de agua, producto de la actividad minera en las cabeceras de las cuencas. Los (TLCs) ponen en riesgo la naturaleza, los recursos naturales y el medio ambiente, la instalación de mega proyectos de explotación, la instalación de hidroeléctricas provocan el desplazamiento de la población, y ponen en riesgo los acuíferos como los ríos, lagos, lagunas y dos grandes acuíferos (Amazonas y Guaraní) están en peligro.
El movimiento social, con sus propias organizaciones en el continente, vienen luchando y poniendo en la agenda sobre los graves problemas ambientales y sociales, eso ha provocado la criminalización del movimiento social y la persecución y asesinato de muchos lideres y la militarización constante para proteger a las empresas multinacionales. Sin embargo la lucha de los pueblos ha generado propuestas para revertir situaciones difíciles como son el retiro de las empresas transnacionales de los servicios públicos así como generando consultas democráticas para constitucionalizar el agua como un derecho humano.

Fin de la clase.
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CROS. POR FAVOR RESPETEMOS LOS DER. DE AUTOR, CITANDO COMO LO SOLICITAN AL PPIO DE LA CLASE. ASI PODEMOS SEGUIR BENEFICIANDONOS TODOS DE ELLAS.
SALUDOS A TODOS NURIA.

sábado, 10 de abril de 2010

una duda

Ya tengo un par de gmail, también estoy en facebook y ahora formo parte de mi primer blog... Este será un ejemplo de vivir en un imperio sin imperialismo???? o todo lo contrario?????

Links Boron y conferencia Vattimo...

Estiamad@s Compañer@s:

Un saludo para todo@s. Aquí el link de una conferencia que Vattimo dio en Quito-Ecuador justo este jueves cuando iniciamos clases con Boron... puede ser interesante verla y escucharla: "América Latina como futuro para la nueva Europa"

Por otro lado, algunos links de los textos de Boron:

1. La teoría Marxista hoy (contiene los textos de Bensaid, EAgleton, Anderson)
2. Hacia Varios Socialismos de Williams
http://168.96.200.17/gsdl/cgi-bin/library?e=d-000-00---0bcvirt--00-0-0--0prompt-10---4------0-0l--1-es-50---20-help---00031-001-1-0utfZz-8-00&cl=CL1.20.4&d=HASH4cf8f4b1cf2f8bd83c3357&x=1
3. BORON, Filosofía política y crítica de la sociedad burguesa...
Finalmente el texto completo Socialismo de siglo XXI lo encuentran en http://www.scribd.com/ que es una página que recomiendo para búsquedas de libros completos de diferentes autores... hay que registrarse y nada más para acceder a muchísimos textos artículos etc., completos.

Los textos de Marx se encuentran, por suerte, fácilmente buscándolos por el título completo en la web

Bueno, saludos nuevamente y los mejor para que este Blog crezca cada día más y nos permita compartir información útil para la cursada y nuestras tesis

Juan

Docpolitica2010

Este el el Bolg de los sujetos que estamos con la tercera cohorte (2010) del Doc en cs politica del cea. Aqui colgaremos la informacion que se disponga para hacer-nos el recorrido menos sinuoso.